Dos veces escogió el sistema de dominación existente en Cuba tener un gran crecimiento económico con gran explotación social, y sin revolución. La primera vez fue en el primer cuarto del siglo XIX: convertirse en el primer exportador de azúcar del mundo, y seguir siendo colonia de España mientras la América ibérica se independizaba. La opción fue muy criminal y le duró bastante, pero no pudo evitar que en el último tercio del siglo sucedieran dos revoluciones, que conquistaron la identidad nacional y el Estado y una cultura nacionales.
Ver o post original 1.746 mais palavras